Francia no había obtenido de Rosas un tratado comercial como el que Inglaterra había conseguido de Rivadavia. A diferencia de los ingleses, los ciudadanos franceses no estaban exentos de hacer el servicio militar como los británicos. En aquella época, no se trataba de hacer la “colimba”, se trataba de participar en sangrientas guerras con altísimo riesgo de perder la vida.
Rosas además había encarcelado a varios franceses acusados de espionaje. Se produjo un conflicto diplomático y las naves francesas estacionadas en el Río de la Plata bloquearon el puerto de Buenos Aires a fines de marzo de 1838.

Un funcionario francés de entonces se quejaba: “Si se considera la cuestión respecto de los ingleses, se ve que los agentes de esta potencia hacen todo lo posible para envenenar la querella a fin de hacerse necesarios y se colocan en el Plata como enemigos de los franceses. Debemos concluir con que no es posible ningún arreglo con Rosas, y si esto fuera posible no debemos aceptarlo; ni menos ofrecerlo, porque tendremos siempre en Rosas un enemigo que no olvidará ningún medio para perjudicarnos, y nosotros perderemos amigos se refiere a los unitarios rompiendo los vínculos morales que nos unen a éstos traicionando la causa de la civilización que representamos aquí. Es posible y probable que con los aliados que los agentes franceses han procurado [los unitarios] y los recursos puestos a su disposición, triunfaremos sobre Rosas; pero sería más seguro, más digno de la Francia, enviar fuerzas de tierra que unidas a las de don Frutos y de Lavalle concluirían pronto con el monstruo y establecerían de una manera permanente en el Río de la Plata la influencia de la Francia”.

El bloqueo se mantuvo por dos años, generando una obligada política proteccionista, más allá de la Ley de Aduana, y produjo ciertas grietas en el bloque de poder. Los ganaderos del sur de la provincia se rebelaron contra Rosas ante la caída de los precios de la carne y las dificultades provocadas por el cerco francés al puerto.
Durante el bloqueo se reanudó la guerra civil. Los jóvenes unitarios, en su afán de derrocar a Rosas, no trepidaban en propiciar una invasión extranjera contra su propio país. Lavalle, con el apoyo francés y 1.100 hombres, invadió Entre Ríos y Santa Fe, instigado por los inefables Florencio Varela, Salvador María del Carril y el resto de los unitarios exiliados en Montevideo. La “espada sin cabeza” esperaba encontrar masas levantiscas que se sumaran a su “ejército libertador” contra Rosas.

No encontró más que indiferencia y un ejército rosista de 17.000 hombres, lo que, como cuenta un testigo de la época, puso más nervioso al asesino de Dorrego.
Sarmiento se confesaba: “los que se echaron en brazos de la Francia para salvar la civilización europea, sus instituciones, hábitos e ideas en las orillas del Plata, fueron los jóvenes: en una palabra ¡fuimos nosotros! Sé muy bien que en los estados americanos halla eco Rosas, aun entre los hombres liberales y eminentemente civilizados, sobre este delicado punto, y que para muchos es todavía un error afrentoso el haberse asociado los argentinos a los extranjeros para derrocar un tirano Así, pues, diré, en despecho de quien quiera que sea, que la gloria de haber comprendido que había alianza íntima entre los enemigos de Rosas y los poderes civilizados de Europa nos perteneció toda entera a nosotros.

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Por que fue el Bloqueo?
Que día inicio el Bloqueo?
Por cuanto tiempo estuvo el Bloqueo?
Quienes se revelaron contra rosas?
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